Hace un par de años dejé las redes sociales, o al menos la mayoría, ya que si consideramos YouTube y WhatsApp como redes sociales, entonces no las he dejado por completo. Sin embargo, las aplicaciones más populares como Facebook, Instagram, o X ya no forman parte de mi teléfono ni de mi vida cotidiana.

Ciertamente, se nota un cambio, pero, contrario a lo que podrías pensar, no todo fue positivo ni me otorgó "poderes" o una "mentalidad de tiburón", como dicen los gurús del emprendimiento. Simplemente fue un cambio que, para mí, pudo haber sido bueno, pero que para otros puede no significar gran cosa.

Menos informacion basura

Una de las primeras cosas que noté es que ya no estaba al día con acontecimientos relevantes o de la cultura popular. Aunque esto podría sonar mal o como una gran pérdida, en realidad no es algo tan significativo. Principalmente, lo que me perdí fueron, en su mayoría, memes, eventos canónicos de internet (como el hombre que compuso una porra para sus Pumas), algún chisme de celebridades o cosas por el estilo.

Noticias de carácter más serio, como el conflicto en Ucrania, las elecciones presidenciales o lo que pasó con Trump, obviamente llegaron a mí. Solo dejé las redes sociales; no es como si me hubiera ido a vivir a una cueva (aunque lo he considerado, y no es tan mala idea). Así que la mayoría de las noticias importantes seguían llegando a mí. Sin embargo, dejé de recibir algunas noticias irrelevantes o que simplemente eran paja en mi vida cotidiana, y debo decir que este fue el cambio más interesante.

Menos scroll mas tiempo ?

No percibí esto como si mi día hubiese pasado a tener 25 horas o que mágicamente encontré mucho más tiempo libre porque ya no lo perdía haciendo scroll. La verdad es que simplemente cambié un hábito por otro, u otros. Por ejemplo, en lugar de pasar mi tiempo en el transporte público haciendo scroll en Facebook o Instagram, simplemente me puse a leer algún libro o, si podía, ver una serie que tenía ganas de ver.

De esta manera, no es que mi productividad se disparó como te hacen creer; simplemente cambié un pasatiempo por otro. ¿Puede resultar más sano? Bueno, eso depende de la persona. En mi caso, quería leer algunos libros que me recomendaron, así que para mí fue mejor. Además, logré ponerme al día con las temporadas de Rick and Morty, así que tampoco es que gané un Nobel por esto, pero sí pasé más tiempo haciendo algo que me interesaba.

Cuando estaba en casa, tampoco noté un aumento significativo en mi productividad. Fue más de lo mismo: simplemente cambié una cosa por otra. En este caso, pasaba más tiempo jugando algún videojuego que me gustaba, viendo algo en YouTube, o incluso trabajando en mis propios proyectos. Tal vez mi productividad mejoró un poco, pero no siento que fuera algo extraordinario, como muchos lo mencionan.

Sin embargo, noté algo positivo: el volumen de información que recibía era menor que antes, y esto dejaba mi mente más relajada. Ya no sentía que los problemas ajenos arruinaban mi día, pues una de las razones por las que dejé de usar redes sociales fue porque la nueva moralidad de internet me tenía cansado.

Las redes ya no eran felices

Puede que otras personas entren a su perfil de Facebook y en las actualizaciones de estado solo vean memes, publicaciones interesantes o algo que les llame la atención. Pero en mi caso, me llegaban todo tipo de publicaciones, excepto memes. Llegaba cansado de la escuela o de mi trabajo, y lo único que encontraba eran publicaciones sobre feminismo, crímenes en mi ciudad, problemas de tráfico, temas de derecha y de izquierda que realmente no me interesaban.

No es que no comparta algunas de esas ideas, sino que simplemente quería entrar a una red social para olvidarme de los problemas y la miseria de mi vida, no para sumergirme más en ellos. Fue por esta razón que abandoné las redes sociales: estaba harto de tener que ver toda esa información que no me interesaba ni importaba.

Solo es mi experiencia no un consejo

Actualmente, debo decir que me siento mejor al no tener toda esa cantidad de información en mi vida cotidiana. Sin embargo, al mismo tiempo, perdí el poco contacto que tenía con algunos de mis amigos, lo cual me puso un poco triste. Aun así, no fue tan grave, ya que todavía tenía acceso a WhatsApp, por lo que no estaba completamente incomunicado.

A pesar de todo esto, no sé si es totalmente recomendable que la gente deje de usar sus redes sociales, pues no necesariamente obtendrán resultados positivos en todos los casos. Además, esto no es una especie de recomendación ni un discurso de gurú; simplemente quería compartir mi experiencia dejando las redes sociales por un tiempo.